lunes, 10 de septiembre de 2007

Inicios estudiantiles

Mientras iba al instituto, trabajaba en una ingenieria, y alli tuve muchos compañeros ingenieros, y la verdad es que no tenia muy claro si iba a seguir estudiando o no, lo que si tenia claro es que yo no queria ser como esos compañeros ingenieros.

Luego llego aquello de la "orientacion academica" que era una soberana estupidez, unos puestecillos en la universidad de agronomos de la ¿complutense?, como si fuese la feria de la tapa, pero en plan pandereta, y definitivamente dije... pues de lo malo, malo... puestos a hacer algo, que sea industriales, al menos tendra aplicacion en mi trabajo.

No tenia yo mucha intencion, pero bueno... hagamos selectividad, por no cerrar puertas, ya se sabe.

Y aqui llego el dia que realmente decidi que SI queria ir a la universidad, mi selectividad la hice en la facultad de psicologia de la ¿autonoma? (la de tres cantos), de momento llegar al campus de tres cantos me molo un cojon, bastante mas que el de ciudad universitaria, y al salir de los examenes del primer dia, antes de ir para casa, unos cuantos decidimos quedarnos en la cafeteria a tomarnos unos bocatas y unas cervezas... y pense "jodo... cafeteria a la salida de clase, cespecito para hacer botellones, tocar la guitarra y retozar con bellas mujeres (entonces estaba soltero y entero)... DEBO estudiar"

Y efectivamente, asi hice, me dieron la primera que pedi sin mayor problema, pero con lo que no conte es que la escuela de industriales de la politecnica (que me dijeron que era la que mas nombre tenia) esta en pleno madrid, asi que ni campus ni pollas en vinagre.

Es ironico, los bocadillos de bacon con queso y los botellines de mahou son uno de los maximos responsables por los que continue estudiando, la libertad de escoger lo que quieres en la cafeteria, y no abrir el papel aluminico en el recreo del instituto a ver que es lo que te ha puesto tu madre... y luego, en mi escuela, cuando nos quedabamos echando unos muses en la cafeteria, abria mi bocadillo de bacon-queso, y me encontraba una loncha de bacon-pancetero de un dedo y medio de espesor, casi cruda y con mas rebordes y ternillas que el copon... entonces pensaba "que bien me vendria ahora un bocadillo de salchichon de mi madre"

Se derrumbaron todos mis esquemas de lo que era la universidad, nada de fiestas locas en el campus... cada vez que queriamos beber sangria elaborada en un cubo de basura teniamos que pillar el metro/tren y pasarnos 40 minutos de viaje, asi que "mejor vamos a quedarnos echando unos muses en la cafeteria"

Mañana ya hablamos de cuando vino la necesidad, y cuando esto ya no era por hobby, y pasado de cuando vino la ansiedad...:P

3 comentarios:

Anónimo dijo...

xD entonces lo mío es vocación pura y dura... para que te hagas una idea, mi facultad ni si quiera tiene cafetería. tiene unas máquinas de esas con comida y refrescos, y dando gracias.

¿necesidad-hobby-ansiedad? dale a tu público una explicación... :P

Anónimo dijo...

Mañana, mañana... que a veces hasta trabajo...:P

marta en parís dijo...

A mí mi madre me hacía unos bocadillos para el recreo que eran la envidia de todos mis compañeros. Pan (de verdad, no bimbo ni leches) con tomate rayadito y jamón serrano o ibérico (no lo sé, pero estaba buenísimo), cortado en trocitos para que al morder no se me saliera toda la loncha. mmmm... solo con recordarlo me entran ganas de comerme uno.. Eso es una madre.