Llamando a Juan

Este viernes estuve en una casa rural celebrando la union en sagrada pareja de hecho de unos colegas.

Dado que el sabado tenia una serie de compromisos ineludibles, el mismo viernes de madrugada me tuve que volver a casa.

Y dado que como parte del "juego" habia que beber ruavieja, que es una de las cosas que mas asco me provocan en el mundo junto con comer cucarachas vivas y besar a carmen de mairena, pues acabe en un estado estomacal bastante lamentable, a pesar de no estar muy muy borracho.

Eso se traduce en que el viernes a eso de las dos de la mañana, de camino a casa, me dedique a hacer eso que hacen tanto los jovenes de hoy en dia cuando salen... como es... esto... ah!, si... potar como un maldito animal.

Vomitar en un coche es una tarea dificil que, por desgracia, he perfeccionado de forma empirica, asi que ahi van mis consejos.

Primer consejo: No bebas RuaVieja, es veneno embotellado para que parezca digestivo, pero es algo malvado que te agarra las tripas por dentro y te las retuerce, y esto, a diferencia de la cocaina, SI que salta y te agarra de los huevecillos.

Segundo consejo: Se vomita dentro o se vomita fuera, pero jamas te quedes a mitad de camino.

La opcion de vomitar fuera es la mejor, por supuesto, todo queda en manos del ministerio de fomento y de sus maquinitas que eliminan bilis y tropezones del asfalto, pero para esto hay que tener en cuenta que se requiere un tiempo para que te de opcion a: bajar la ventanilla, soltarte el cinturon de seguridad, sacar la cabeza mas alla del cuello y a ser posible el pecho, y en esa tesitura, vomitar.

Parece mentira que haya que sacar TANTO el cuerpo del coche para hacer esta maniobra correctamente, pero debe considerarse que el ir a 120 en el coche, puede provocar el conocido efecto "retorno", que puede meternos todo tipo de sustancias en el interior del habitaculo de tal forma que riete tu de escupir contra el viento.

Este efecto se vera acrecentado a medida que aumente la velocidad, y que no se saque suficiente parte de cuerpo por la ventanilla.

Si eres incapaz de controlar esta tecnica, o te da miendo que venga un trailer de 18 ruedas y te arranque la cabeza mientras estas llamando a Juan, no te lo pienses, vomita dentro del coche y que sea lo que diox quiera, si tienes una bolsa es cojonudo, pero si no la tienes... vuelca toda tu ira contra la alfombrilla, que no deja de ser un elemento intercambiable de tu coche, vomitas, paras, y la abandonas en una cuneta a su suerte para regocijo de buitres y otras aves carroñeras que gusten de probar trozos de croqueta parcialmente digeridos.

Las salpicaduras quedaran parcialmente recogidas en el hueco del asiento, y como las alfombrillas son gordas de cojones, no tendras que temer que calen hasta abajo, por lo que el olor se eliminara facilmente, y la zona a limpiar/quemar es relativamente pequeña.

Pero lo que nunca, jamas debes hacer, es quedarte a mitad de camino, bajar la ventanilla y sacar solo la cabecita, porque entonces tendras efecto retorno, salpicaduras parciales, vomito en lugares inaccesibles para su limpieza, y, en general, todo lo peor de cada uno de los dos sistemas.

A mi me falto tiempo para quitarme el cinturon... y he dejado el coche hecho un autentico cristo... no creo que ni el señor lobo sea capaz de hacer algo decente por mi coche...

Esperemos que poco a poco vaya recuperando su antigua solera, mientras tanto, no me pidais que os acerque al metro jamas.