miércoles, 2 de diciembre de 2009

Allanamiento de morada.

Esta mañana me he levantado agotado, porque me he pasado toda la noche soñando y ahostiandome con unos vendedores de esos que van por las casas colocando enciclopedias.

El caso es que llegaba a casa de mi madre, que estaba a punto de firmar un contrato para comprar alguna cosa de esas, y me ponia a discutir con los vendedores, la discusion se iba elevando, y al final nos liabamos a hostias.

Asi que me he despertado, con mas mala leche que diox talento, y con esta joyita en la cabeza (un must see como la copa de un pino), allanamiento de morada.(aqui lo podeis ver grandote)

De todas formas, siempre he respetado mucho a esta gente, por mucho que se les pueda tildar de pedazo de cabrones, tengo un colega que en su dia trabajo de estas cosas, y el tio no dejaba de ser un currante a las ordenes de un grupo sin escrupulos y de un sueldo 100% variable... asi que el tio se vino a vivir a Madrid con su abuela, con una mano delante y otra detras, y esto es lo unico que le salio.

Tambien es cierto que tras los tres primeros engaños, el tio dejo el curro y tuvo que volverse con sus padres... un tio bastante entero (a pesar de mantenerme el saludo)

Bueno, sirva todo esto para plantar un corto que me parece brillante y muy didactico.


2 comentarios:

Jimmy Dix dijo...

Gran corto, grande.

Yo estuve trabajando varios años en ventas. Telemárketing (ONO, Amena), seguros de vida, cursos CEAC, matrículas y cursos en la UOC, Gas Natural (allí fui jefe de un equipo de unas 20 personas)...

...y, por supuesto, la mítica multipropiedad, donde estuve un año tangando a pobres e inocentes incautos.

Fue en la multipropiedad donde me convertí en un verdadero cabrón despiadado; era capaz de vender a mi propia madre (hay que tener en cuenta que una multipropiedad "básica" costaba un millón y medio de pesetas y dejaba una comisión de 100.000 pelas; con eso te lo digo todo y no te digo nada). Para conseguir vender una de esas básicas, te tenías que tirar un mínimo de dos horas taladrándoles la cabeza a un pobre matrimonio (que al final, te acababan dando las gracias y todo por haberles dado aquella oportunidad de mejorar sus vidas). Para vender la multipropiedad "gorda" (más de cuatro millones de la época) te podías pasar toda una tarde entera jodiéndolos psíquicamente (a veces hasta cinco horas), pero la comisión de aquello eran 250.000 pesetas. Obviamente, de esas "gordas" sólo vendías una cada dos o tres meses (sólo conseguí vender tres de estas), pero cuando lo hacías... La gente cree que un orgasmo es lo mejor que existe, ¿no? Eso es que no han vendido las multipropiedades de los cuatro millones...

Cuánto me suena todo lo que se ve en el corto. Ese tuteo, la desagradable condescendencia, las falsas risitas, ese “esto en realidad no es un contrato de venta”, la presión del “aquí y ahora o lo pierdes para siempre”, el terrible bombardeo psíquico... El día a día de trabajar en multipropiedad, vamos. Los del corto son unos novatillos de tercera comparados con lo que yo fui aquellos meses...

Eso sí, lo triste es que a mi novia ni era ni soy capaz de convencerla ni siquiera para ver la peli que yo quiero cuando vamos al cine...

AccentLess dijo...

Es que nuestras mujeres estan a otro nivel... no hay negociador que valga, jimmy... siempre me preunte como funcionaria lo de la multipropiedad...