Moraleja Zen

Cuenta la leyenda (lease: me lo invento casi todo, ya sabeis), que alla por tiempos inmemoriables, existia un pueblito en el que habitaba un viejo sabio y un jovenzuelo de pudiente familia.

Un buen dia, el jovenzuelo de buena familia, como todo niñato de papa de los cojones que se precie, fue obsequiado con un precioso corcel por haber aprendido a atarse los cordones.

La gente del pueblo, con tanta razon como envidia, iba por las esquinas diciendo: "Vaya un puto niñato afortunado... si por atarse los cordones le regalan un caballo, que no le regalaran cuando aprenda a no cagarse encima"

El viejo sabio, que andaba por alli mirando a las muchachas, escucho el comentario de los ciudadanos, a lo que ,acercandose a ellos, les dijo:

-"tse... ya veremos!"

La gente penso: "vaya un puto viejo senil... este no sabe lo que dice, y todavia tiene los santos cojones de dudar sobre que te regalen un caballo sea de afortunados... tanta paja a tan avanzada edad le esta jodiendo el cerebro".

Dias mas tarde, el pijo de los huevos estaba montando a Briana, que era el nombre de su caballo... no tenia mucho sentido, pero siempre queda bien decir a los colegas "me voy a montar a Briana, chao", y en uno de los saltos, Briana decidio tirar a su jinete a tomar por culo.

El jinete-niño pijo se pego un hostion de tres cuartos de kilo contra el suelo al mas puro estilo de Christopher Reeve, solo que con no tan lamentables consecuencias, solo se partio las dos piernas, y se fisuro el capullo.

La gente del pueblo volvio a reunirse en las esquinas para comentar:

-"Al final tenia razon el viejo de los cojones, y mira tu, que lo del caballo ha sido mala suerte".

Aunque en el fondo lo decian con alegria y jolgorio, porque para eso los humanos somos malos y deseamos el mal ajeno, el viejo no pudo evitar joderles la reunion... se acerco a ellos y les dijo:

-"Tse... ya veremos!"

Ya estamos con que si la abuela fuma... otra vez el viejo de los huevos llevando la contraria, el caso es llamar la atencion para que las mujeres le enseñen escote, si decimos que tiene buena suerte malo, y si decimos que tiene mal fario, tambien malo... hay que joderse con el viejo chocho.

Algun mes despues, la guerra estallo, y los jovenes del pueblo fueron reclutados porque "Sam wants you", todos menos el pijomierda que tenia las dos piernas rotas, y no servia para hacer el imbecil pegando tiros por la savana, como el resto de sus vecinos... y con el capullo fisurado no podia pillar ninguna venerea en ningun antro de alterne... en definitiva, no era un soldado capacitado.

Un pueblo en el que se pasan el dia hablando por las esquinas, bebiendo y gritandole a las mujeres "Dime quien es tu ginecologo que voy a chuparle el dedo", no puede tener un entrenamiento militar como el de Rambo... resumen: no volvio ni uno entero de la guerra, todos muertos y troceados.

Y la gente volvio a juntarse para decir:

-"Fijate que puta buena suerte que ha tenido el achopijo, que no ha tenido que ir a la guerra y ha salvado la vida, gracias a la caida del caballo"

El abuelo dijo: -"Ya lo decia yo, chatas"

Como no quedaban muchos varones lozanos en el pueblo, y encima el viejo se las iba dando de maestro zen con la puta frasecita de "ya veremos pequeño saltamontes" se apreto a todo lo que llevara faldas... esa es la moraleja de palo, pero la moraleja autentica es:

Todo buen acontecimiento puede encerrar malas consecuencias, y viceversa... las malas rachas no hay que verlas como si diox nos estuviese poniendo la pierna encima, sino como situaciones azarosas que pueden tornar en situaciones de gran fortuna...

...Como ha sido mi caso (por ahora, que no quita que vuelva a volverse desgracia), pero eso ya lo dejamos para mañana, que teneis mucho trabajo manual que hacer con los enlaces de la yegüa.